El jazmín es una planta trepadora muy apreciada en el mundo de la jardinería gracias su espectacular floración y al delicioso aroma que desprende. Para plantarlo en el suelo en el jardín, es mejor hacerlo antes de que comience la temporada de crecimiento.
Los mejores momentos del año para plantar esta especie son la primavera o el otoño, cuando las temperaturas son suaves y el riesgo de heladas es bajo. De esta manera, el jazmín podrá adaptarse al espacio y permitir que sus raíces se establezca.
Los mejores consejos para cuidar el jazmín
El jazmín es una planta muy agradecida en cuanto a crecimiento y floración si le proporcionamos los cuidados adecuados. Para empezar, y dado que el jazmín es una planta original de climas cálidos, necesita estar a pleno sol. Si lo plantas en una de sombra, también puede sobrevivir, aunque en este caso, no florecerá.
A la hora de plantarlo, el jazmín es una planta todoterreno que puede crecer hasta en los suelos más pobres (excluyendo los suelos arcillosos, ya que en ellos no podrá prosperar). Aún así, es mejor que la planta crezca en un sustrato universal rico en nutrientes.
Para que la planta crezca de la forma correcta, y dado que es una planta trepadora, el jazmín necesitará tutores para que crezca en altura. Si no lo haces, el jazmín crecerá como si fuera un arbusto.
El jazmín es una planta a la que le gusta el calor. Pero aunque suene extraño, lo cierto es que también resiste bastante bien el frío. De hecho, soporta con estoicismo temperaturas de hasta tres grados bajo cero. Aún así, si vives en una zona de inviernos fríos, es mejor tapar las raíces con acolchado o con una manta de jardinería para ayudarle a sobrevivir.
Respecto al riego, las necesidades de agua del jazmín se concentran sobre todo en la primavera y el verano, que es justo cuando esta planta crece y florece. En esta temporada hay que regar cada dos o tres días. En invierno deberás regar bastante menos, cuando notes que la tierra comienza a secarse.
Ya que hablamos del riego, es fundamental que el jazmín tenga un buen drenaje para evitar encharcamientos. Esta planta no tolera el exceso de humedad, ya que sus raíces se pudren rápidamente en esos casos.
Junto con el riego, es importante abonar la planta si quieres que tenga una floración espectacular. Lo mejor es aplicar una dosis de abono específico para estas plantas una vez al mes.
Fotografías | Avin CP en Unsplash, Feyza Daştan para Unsplash
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