Cuando las desagradables manchas amarillas aparecen en el inodoro tendemos a buscar productos de limpieza agresivos, incluso corrosivos, que si bien son eficaces a la larga acaban deteriorando el material y haciendo que se ensucie más. Hay otros remedios naturales que pueden ser igual de eficaces y son mucho más respetuosos con las superficies.
No hay solo uno sino varios remedios caseros y baratos, que pueden resultar útiles para eliminar esas antiestéticas manchas amarillas en el inodoro. Si bien lo primero es una limpieza exhaustiva y regular, aún limpiando con frecuencia muchas veces las manchas amarillas acaban apareciendo y hay que hacer un esfuerzo extra para eliminarlas.
Solución natural para las manchas amarillas
Sal y limón son los dos ingredientes especialmente apropiados para eliminar esas manchas amarillas del inodoro. El procedimiento consiste en espolvorear una cucharada de sal en cada mancha y luego cubrir todo con zumo de limón. Dejaremos actuar hasta que veamos secar la mezcla y después frotaremos vigorosamente. Esta mezcla es un buen desengrasante y resulta también de utilidad para eliminar manchas de cal.
Otras soluciones eficaces
Hay otras opciones que también podemos tener en cuenta como una mezcla de limón y vinagre. En este caso sólo tenemos que llenar un atomizador con ¾ partes de vinagre y ¼ parte de zumo de limón filtrado. A continuación rociamos la mezcla creada sobre las manchas amarillas y esperar un par de horas. Pasado ese tiempo podemos frotar para obtener un resultado impecable.
Una mecla de bicarbonato y jabón de Marsella también nos servirá para dejar el inodoro higienizado y sin manchas. En primer lugar esparcimos una cucharada de bicarbonato en cada mancha amarilla, esperamos unos instantes para que el bicarbonato se adhiera bien, y a continuación añadimos un par de escamas de jabón de Marsella previamente diluidas en medio vaso de agua . Después hay que dejar todo actuar durante la noche y a la mañana siguiente sólo tendremos que tirar la cadena del inodoro para un resultado excelente.
Lejía, agua fuerte o hidróxido de sodio pueden ser también de utilidad pero debemos dejarlos solo para los casos de manchas realmente difíciles de eliminar porque por su agresividad, si bien limpian rápido y a la perfección, perjudican bastante las superficies sobre las que se aplican.
Fotos | ChaoTechin en Pixabay y jarmoluk en Pixabay
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