No tires tu viejo rallador de cocina: transfórmalo y dale una segunda vida con fantástica idea

Con un rallador puedes crear un práctico colgador para tus pendientes favoritos 

Cómo reutilizar el rayador viejo
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En cualquier cocina, los ralladores son uno de los gadgets imprescindibles para rallar hortalizas como las zanahorias, la piel de los limones o de la naranja, o el queso para la pasta o para unos ricos canelones. Porque las cosas como son... no sabe igual el queso rallado vendido en bolsas, que el queso rico recién rallado.

El caso es que de tanto usarlo, este utensilio de cocina se vuelve viejo y se oxida. Y en lugar de tirarlo a la basura, hoy te traemos una fantástica idea para reutilizarlo y darle un nuevo uso en casa gracias a este sencillo hazlo tú mismo  que hemos visto en el canal de Youtube de Exercom.

Cómo transformar un rallador de cocina en un organizador de bisutería

Esta idea es transformar el rallador de cocina en un práctico joyero para colgar tus pendientes y tenerlos siempre a mano. Para empezar, coge tu viejo rallador de cocina y límpialo bien, sobre todo si tiene alguna parte oxidada.

Rallador

Luego, píntalo con pintura acrílica en el color que más te guste o en el que mejor vaya con la estancia donde lo pondrás. Puedes pintarlo en dorado, en un verde aguamarina, en rosa...

Deja secar bien, y cuando esté listo, darle una capa o dos de barniz para pintura acrílica. A continuación, puedes pegarle cuatro patas para elevarlo y que no ralle la cómoda o la mesa donde lo pondrás. Puedes pegar estas patas con una pistola de silicona caliente.

Rallador joyero

A continuación, puedes decorarlo con un lazo, unas cintas o con unas flores para darle un toque más personal y que también decore el mueble donde vas a dejarlo. 

De esta forma tan rápida y sencilla tendrás un organizador perfecto para colgar tus pendientes y tenerlos siempre a la vista y a mano. Si quieres ver el paso a paso, aquí te dejamos el vídeo del canal de Youtube.

Otro buen ejemplo de cómo dar una segunda vida a un objeto que iba a acabar en la basura y que puede volver a servirnos, contribuyendo así a la sostenibilidad dentro de la filosofía del reaprovechamiento y de reducir los desechos. Más fácil, imposible ¿verdad? 

Fotografías | KamranAydinov en Freepik

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