El mes pasado estuve en Sevilla junto a muchos de mis compañeros de Weblogs SL para asistir al EBE09, y durante el último paseo, antes de correr al AVE para volver a casa a regañadientes, descubrimos un mercadillo algo singular en la Avenida de la Constitución. Cuando nos acercamos y en una vista más a fondo, comprobamos que se trataba de la recién inaugurada Feria del Belén de Sevilla.
En el grupo estábamos entre otros Daniel de Motorpasión, Susana de AmbienteG, Raquel de Decoesfera, y Cristina de Embelezzia, y junto a esta última recorrí los diferentes puestos, dejándonos sorprender por las miniaturas que allí se exponían.
Según nos comentaron los artesanos, la mayor parte de lo que allí se expone es artesanía pura, creada a lo largo del año, y expuesta durante las fechas previas a la Navidad. El día 23 de diciembre, la feria cierra sus puertas y tras descansar y disfrutar de las fiestas navideñas, otra vez se ponen manos a la obra para crear estas pequeñas maravillas.
Además de los belenes tradicionales, lo que más nos llamó la atención fueron precisamente esas miniaturas con las que se podían recrear ya no solo belenes, sino poblados enteros, talleres, pescaderías, carnicerías y todo tipo de oficios de entonces y alguno de hoy en día.
En el puesto de Artesanía Belenista San Julián pudimos encontrar todo tipo de pequeños cántaros, tarros de miel, o cajas de frutas de vivos colores, todo ello en miniatura, además de elaborados portales de muy distintas formas, y grandes figuras de los Reyes Magos, el Misterio, los pastorcillos y otros habituales en todo belén que se precie.
La mesa con algodón de azúcar y manzanas caramelizadas merecen mención aparte, podéis verla en la imagen, ¿a que dan ganas de comérselo todo?
En una esquina se aliviaba la meona, una interpretación del popular caganet, de la que no tenía noticia y que era el orgullo del artesano que atendía el puesto. Al menos su insistencia para que no dejáramos de contemplarla así nos lo hizo pensar.
En el puesto de Olga Bobadilla, las delicatessen colgaban de pequeñas paredes: chorizos, butifarras, morcillas, jamones, ristras de ajos y bacalaos en salazón; pequeños quesos de bola y de tetilla listos para decorar las mesas de los pastores o recrear pequeños mercados. Delicadas cestas tejidas en ganchillo junto a herramientas de carpintero, berenjenas, sandías y sacos de patata, terminaban de formar un derroche de habilidad e ingenio.
En Artesanía del Belén llamaron nuestra atención unas cestas de huevos, que descansaban junto a pequeñas ristras de ajos y pequeños cogedores con escobitas de mano. Los embutidos se organizan en tablas con sus correspondientes cuchillos, y alguna que otra loncha ya cortada. La Casa del Belenista ofrecía figuras para decorar en casa, algunas de gran tamaño, una buena opción para dejar correr la imaginación y poner las manos a trabajar.
De Alfares nos quedamos con sus castillos de Herodes, sus cestos mínimos y sus frutas multicolores. La Feria del Belén de Sevilla me sorprendió gratamente, es un buen lugar donde comprar todo lo necesario para componer un Belén, ya sea de un estilo clásico o algo más naif. También se revela como una buena referencia para los aficionados a las miniaturas, ya que muchos de los pequeños adornos pueden salir del contexto belenista sin ningún problema para poblar casas de muñecas o escenas en miniatura.
Si queréis disfrutar un rato descubriendo más detalles, no dejéis de visitar la galería en la que está en reportaje fotográfico completo.
Mi tren salía en poco tiempo y me gusta comprar sin presiones, así que no compré nada, solo me traje estas fotografías y una promesa para el año que viene, cuando el próximo EBE me lleve a Sevilla de nuevo. Entonces buscaré un ratito entre conferencia y conferencia para escoger con mimo algunas pequeñas cosas que completen mi pequeño belén portátil.
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En Decoesfera | Navidad 2008 en Verdecora