Hace tiempo que hablamos acerca de los motivos asiáticos en decoración, las llamadas chinoiseries, que tienen su origen en el colonialismo europeo, pero hablabamos poco sobre los textiles y las vajillas.
Esas maravillosas sedas bordadas, traidas a través de la Ruta de la Seda por comerciantes que iban más allá y que lo mismo se reflejaban en un mantón de Manila o un kimono que en una colcha. Ojeando el catálogo de Zara Home, me encuentro con una seria influencia asiática en sus textiles y en los interiorismos que nos proponen.
Al ver el catálogo lo primero que me viene a la mente es un viaje a Oriente. Se ha buscado un interiorismo de película de aventuras, en la linea de "55 días en Pekin", con las otomanas repletas de almohadones de sedas bordadas con motivos naturales y jacquards de seda, mantas de pelo de castor y ropa blanca de algodón de la India bordado.
Lámparas de hierro forjado, esta vez con aires hindúes más que chinos, se complementan con maletas de piel antiguas, amorosas mantas de mohair o almohadones estampados con figuras orientales enfundadas en sus kimonos, haciendo una fusión oriental en que tienen cabida gheisas, emperatrices chinas, ruiseñores y tibores tailandeses.
En cuanto al sevicio de mesa, la firma coruñesa vuelve a acertar con preciosas mantelerías que eclipsan a los caminos de mesa bordados, otra vez con motivos orientales clásicos, como las flores de loto (¡ qué manía con los caminos de mesa!), y hacen resaltar la simplicidad de sus vajillas y la elegancia de las cristalerías.
Totalmente metidos en el ambiente oriental, nos ofrecen unas divertidas teteras de hierro, con una libélula que harán las delicias de los más teteros, así como un precioso juego de merienda con camelias, también muy del gusto de los años veinte.
La tendencia asiática de Zara Home, nos devuelve a Oriente con elegancia y sofisticación. ¿Os gustan las chinoiseries?
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