Pocas cosas hay más relajantes que observar el fondo marino. Los colores del agua, los peces, los caballitos, y demás especies pululando suavemente por líquidas avenidas…
No lo sé porque sea una incansable submarinista, me vale con los documentales de Jacques Cousteau para hacerme una idea. Siempre me transportaban a un lugar de calma y placidez.
¿Por qué no trasladar toda esta paz a nuestras paredes? la idea, de sencilla realización, permite dar carácter a una pared por sí sola, sin necesidad de decorarla posteriormente con cuadros ni otros adornos. La elección de una tonalidad de azul verdoso profundo es muy importante, ya que este color definirá el estilo del mural.
Según la destreza de cada uno, las algas, los peces y demás especies marinas, pueden pintarse sobre la pared o aplicar vinilos decorativos que los reproduzcan. También el estilo puede adaptarse, según el efecto que se desee crear.
En una habitación adulta las imágenes deberán ser lo más reales posible, mientras que en un espacio infantil se podrán recrear personales de dibujos animados como los que aparecen en Buscando a Nemo, La Sirenita, etc… Sin embargo, el estilo naif será adecuado para todas las edades.
Imagen vía | Apartment Therapy
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