Una bolsita con huesos de cerezas

Una bolsita con huesos de cerezas
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Parece ser que es algo muy común en Suiza desde antiguo, pero yo me acabo de enterar leyéndolo en Esprit Cabane. Se trata de una bonita bolsita, como las de goma que se utilizan en frío o en caliente para calmar los dolores, pero rellena de huesos de cereza. Ahora es el momento, así que tenemos que ponernos manos a la obra antes que se terminen.

Primero, claro, hay que comerse las cerezas, o bien utilizarlas para algunos de los ricos platos que nos enseñan en Directo al Paladar. Ponemos los huesos en una olla, añadimos agua y una cucharadita de vinagre y las dejamos hervir un rato. Las enjuagamos con agua clara, frotándolas bien para eliminar cualquier resto de pulpa, y las dejamos secar al sol.

huesos de cerezas

Ahora tenemos que coser y rellenar nuestra bolsita. No mucho, para que pueda circular bien el calor. Podemos darle la forma que más nos guste, rectangular para la tortícolis, en forma de corazón o de luna para la indigestión, cuadrada, redonda ...

La que os enseñamos está bordada de una manera muy sencilla, precisamente con la forma tradicional de la bolsa de agua caliente, pero podemos hacer cualquier tipo de bordado, por ejemplo una preciosa cereza a punto de cruz. Si se nos da bien la costura podemos hacer dos bolsitas, la que contiene los huesos y otra que sirva de forro y que se pueda quitar para lavarla con más facilidad. Nos quedará preciosa como adorno en cualquier habitación.

Para calentarla se puede poner sobre el radiador, en el horno tradicional o en el microondas durante 3 minutos. Si por el contrario vamos a utilizarla en frío la pondremos en el congelador durante dos horas.

Además de bonita, es ideal para los niños, porque no hay riesgo de quemaduras y despertará su curiosidad. Seguro que les quita rápidamente el dolor de tripita.

Más información| Esprit Cabane

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