Nuestro amigo el barniz

Nuestro amigo el barniz
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Todos hemos oido hablar del barniz, pero... ¿sabemos exactamente lo que es? El barniz es una capa protectora transparente que ofrece un acabado con tonos que imitan los colores de la distintas maderas. A diferencia de las ceras y aceites, los barnices crean una auténtica capa protectora impermeable, protegiendo la madera de los agentes externos y las pequeñas erosiones.

Se trabaja con barniz siempre que sea necesario cubrir superficies de madera nueva a la que no se quiere dar color. También permite obtener una terminación mate, semimate o con brillo a superficies previamente pintadas o incluso dar vida a una madera desgastada por el paso del tiempo.

Ahora os propongo una serie de consejos que debéis seguir si quereis unos resultados profesionales:

  • La preparación de la superficie es fundamental para el acabado final. Debe estar perfectamente lijada, limpia, seca y exenta de polvo y grasa. Es imprescindible también que la madera esté completamente seca (12% de humedad) antes de empezar.

  • Remover perfectamente el bote antes de empezar a dar el barniz.

  • No barnizar en días muy húmedos o lluviosos, ni a temperaturas inferiores a 5ºC. Tampoco con excesivo calor ni directamente bajo el sol si es posible.

  • Entre mano y mano dejar secar también el barniz completamente.

  • Limpiar los utensilios antes de que se seque el barniz. La utilización de productos de calidad (barnices, brochas, etc) asegura un correcto acabado.

  • Antes de empezar a pintar es muy conveniente hacer alguna prueba en un lugar no visible o, mejor aun, en una muestra.

Una vez que hayamos escogido el acabado, la pregunta que se nos plantea es qué cantidad de barniz necesitamos para el trabajo que queremos realizar. Para calcular la cantidad que requeriremos para cada trabajo, mediremos los metros cuadrados de la superficie que vamos a pintar. El rendimiento habitual que se obtiene con los productos más usuales es de 1 kilo de barniz por cada 12 metros cuadrados. Lógicamente, este rendimiento depende de factores como la porosidad de la superficie, su estado, huecos y molduras, etc.

Ya no tenéis excusa para convertiros en verdaderos "bricomaniacos"...

Comentarios cerrados
Inicio