Archivar los apuntes para empezar el nuevo curso

Archivar los apuntes para empezar el nuevo curso
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Sí, lo sé, probablemente todavía estáis de vacaciones y no queréis ni oir a hablar del nuevo curso, la verdad es que yo tampoco (para qué mentir), pero lo cierto es que se acerca, y antes de que comience, indispensable es catalogar y archivar todos los apuntes del año pasado (o al menos los que ya no necesitemos), tanto si eres universitario, como si estás haciendo un máster, o si estamos hablando de los más pequeños de la casa y los cursos de primaria.

Dejarlo para más tarde supondría tener que dedicar un tiempo que no tendremos a catalogar, mientras que ahora, si utilizamos una mañana de vacaciones, o un par de tardes para hacerlo podremos hacerlo (perdón por la redundancia) de manera relajada y el resultado será mejor. No sé si os ha pasado, pero yo más de una vez por falta de tiempo he terminad metiendo todo en cajas sin casi orden, con lo que al final peor el remedio que la enfermedad.

Parecerá una bobería, pero los que nos dedicamos a esto de estudiar sabemos que lo de catalogar los apuntes tiene su ciencia, sobre todo si se trata de apuntes a los que vas a tener que estar accediendo continuamente, como es mi caso y probablemente el de muchos de vosotros.

Como en todo, para hacerlo cada maestrillo tiene su librillo, pero yo os voy a dar los trucos que utilizo yo desde hace algún tiempo y con los que me va bastante bien, tanto para catalogar como para después acceder, espero que os sirvan:

  1. Lo primero es recopilar todos los apuntes: nos pasa a todos, a final de curso parte de los apuntes los tiene fulanito o menganito o nos faltan cosas de las que sacar fotocopias. Pues bien, antes de empezar a catalogar, hazte con todo lo que te falta, fotocopia aquello que no tienes y recupera, si es posible los apuntes prestados.

Si no puedes recuperarlos temporalmente tenlo en cuenta a la hora de catalogar, y guarda su espacio, si no cuando te los devuelvan vas a tener que ponerlos separados del resto de la asignatura.

  1. Busca una superficie grande (yo utilizo la cama) donde puedas catalogarlos antes de meterlos en las cajas y echarles un vistazo general antes de introducirlos, si no siempre se mezcla algo.

  2. Decide la forma de catalogación, yo utilizo dos: materia y acceso, por decirlo de alguna manera. Materia porque a la hora de buscar de nuevo los apuntes me resulta mucho más cómodo y acceso porque tengo una zona de estudio pequeña, entonces sólo mantengo en ella aquellos a los que accedo más frecuentemente y los otros los tengo en el trastero.

  3. Una vez catalogados, revisa página por página y divide todo lo que sea posible en carpetas. Así si tienes que acceder con frecuencia será mucho más fácil, sólo tendrás que sacar una carpeta, y ahora que lo tienes todo por fuera te costará muy poco. Por ejemplo en parciales dentro de una asignatura o en temas.

  4. Ahora debes elegir el recipiente. Tienes muchas opciones:

  • archivadores metálicos
  • archivadores plásticos
  • cartapacios
  • carpetas
  • cajas de cartón

Yo utilizo archivadores metálicos para el trastero, son mucho más accesibles, permiten tenerlo todo mucho más organizado y además te ayudan a ahorrar mucho espacio. Para mi zona de estudio utilizo las típicas cajas de cartón o cartapacios que son mucho más manejables a la hora de transportarlas de una a otra mesa o mirar en su interior. Pero como siempre depende de las posibilidades de cada uno.

  1. Y por último, tira todo aquello que no necesites, si no amontonarás papeles que al final nunca utilizarás, como hojas de problemas o apuntes que tengas por duplicado.

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