Esta cocina que os enseño hoy se podría encuadrar en la tendencia de la decoración nórdica pero le da una vuelta de tuerca a este estilo que cada vez está más presente en nuestras vidas. El blanco del revestimiento y los muebles contrasta a la perfección con la pared de ladrillo que se ha mantenido en uno de los lados de la estancia.
Fijaos cómo los muebles siguen las "normas" del estilo escandinavo, blancos con la encimera de madera. Me gusta el detalle de que a la mesa blanca le hayan puesto unas sillas negras para romper con la monotonía del resto del mobiliario que es bastante igual. Observad cómo la nota de color la introducen las plantas que salpican todo el espacio, que se completa con el bol de alcachofas que hay al lado del fregadero.
En esta vista, podemos ver que el espacio está aprovechado hasta el extremo, ya que incluso el hueco que hay sobre la nevera se ha rellenado con un par de cestas. Un gran acierto ha sido colocar luces bajo los muebles altos, con lo que la zona de trabajo es más cómoda y encima se ilumina la parte de la cocina que queda lejos de la ventana.
Otro de los aciertos ha sido colocar un par de estanterías en la pared, una en paralelo a la encimera y otra por abajo, ganando más espacio de almacenamiento. Las escuadras que se ven por debajo no me acaban de convencer pero en conjunto, esta cocina es bastante inspiradora. ¿Os animáis a actualizar la decoración nórdica adecuándola a un espacio singular?
Imágenes vía | Stadshem En Decoesfera | Una cocina primaveral llena de flores y detalles de color
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