Cocinas pequeñas: cómo aprovechar el espacio al milímetro

Cocinas pequeñas: cómo aprovechar el espacio al milímetro
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Lo más importante en una cocina pequeña es la distribución, aprovechar el espacio al milímetro. Si se hace bien, se puede convertir una cocina angosta e incómoda en un lugar placentero dónde disfrutar de nuestras artes culinarias.

El problema es que hay que meter muchísimas cosas en muy poco sitio y eso no siempre es fácil. Además, hay que tener en cuenta la apertura de las puertas, la iluminación, las medidas del cuerpo humano… si fuera una ecuación, nos faltarían letras en el abecedario para nombrar las variables.

No obstante, aunque a primera vista puede parecer un poco complicado, hay una serie de trucos y consejos que pueden ayudar a la hora de abordar tan delicado asunto y que os voy mostrar con un ejemplo.

La cocina que ilustra el post es la de mi madre. Mide 5,76 metros cuadrados (2,40m x 2,40m); no es muy pequeña, pero está muy mal distribuida. Vamos a ver como queda tras pasar por mis manos y os explico que criterios he seguido para la reforma.

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Amplitud

Se que suena contradictorio, pero no podemos permitirnos el lujo de que una cocina pequeña resulte agobiante. Aquí juega un papel muy importante la luz y la percepción del espacio. Por eso he renunciado a los muebles altos sobre la zona de trabajo, así se consigue que haya más distancia entre nosotros y el punto más lejano que nuestro ojo ve, por lo que la sensación es de mayor amplitud. Además, al no haber muebles altos, no hay nada que interrumpa la entrada de luz a través de la ventana; una cocina luminosa es una cocina agradable.

También he quitado la parte de la encimera que cerraba la U, eliminando las esquinas, de las que no soy muy fan. Suelen ser difíciles de resolver y acaban siendo espacios poco aprovechados. Por eso he elegido una tipología en línea, en vez de mantener la cocina en U o formar una L con la bancada.

Estaréis pensando que así es muy fácil conseguir amplitud; sacrificando armarios. Para explicar eso está el segundo punto; el almacenaje.

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Almacenaje

Supongo que no es fácil de creer, pero en la nueva distribución sólo se ha perdido un cuatro por ciento de volumen de almacenaje y se ha ganado en comodidad, ya que el espacio bajo las esquinas de la U, que representaba el 13% del total, era de muy difícil acceso.

Eso se ha conseguido disponiendo un armario de pared a pared al otro lado de la encimera, así se aprovecha mejor toda la altura ya que no hay que retranquearlo para permitir trabajar sobre la bancada. Además crea una superficie plana que se alinea con la puerta, haciendo la estancia mucho más regular geométricamente, lo que aporta sensación de orden.

Lo malo de un armario de lineas tan rectas y tan modulado es que es no quedan rincones en los que poner esos muebles ingeniosos que tanto nos gustan.

Bueno, hasta ahora, todo muy bonito, pero claramente se ha perdido superficie de trabajo y eso no se puede permitir; hace falta sitio para cortar, pelar, dejar las sartenes, escurrir los platos… tranquilidad, todo problema tiene su solución.

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Versatilidad

Donde no haya espacio, que no falte ingenio. Es muy importante tener una barra amplia para cocinar a gusto, o un lugar para poder comer, aunque sólo sea para que desayunen los niños. En este caso la solución pasa por una balda en la pared que dado el caso se puede bajar y colocar a la altura de la encimera.

Así, se consigue más superficie cuando hace falta sin hipotecar la amplitud de la estancia. Una vez terminado su uso, se vuelve a plegar y ya está. Incluso se podría diseñar de forma que se plegara en dos módulos, de manera que se ajuste a las necesidades de cada situación.

Comodidad

Por último, pero no por ellos menos relevante, la comodidad de uso. Es fundamental tener todo a mano en cada momento, que no haya puertas que molesten y que el espacio para cocinar esté bien situado.

En el diseño inicial había muchos problemas que había que solucionar.

Para empezar, el lavavajillas estaba enfrentado con el fregadero y no a su lado, con lo que se salpicaba el suelo cada vez que se cargaba. Además con la puerta abierta impedía acceder a la zona de cocción. Ahora esta situado a la derecha, bajo la ventana, de forma que es muy fácil cargarlo y no molesta cuando está abierto.

Tampoco el lugar para cocinar era el más adecuado, ya que aunque había mucho espacio alrededor era muy incómodo de usar al ser las esquinas de la U. Ahora está centrado, para llegar a todas partes cuanto antes, y con sitio a ambos lados de los fuegos.

Por último, la nevera estaba junto a la puerta, por lo que había que cerrar una para abrir la otra. Ahora los arcos ya no se cruzan, aunque la mejor solución para una cocina pequeña es una puerta corredera.

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Conclusiones

Se que es posible que muchos de mis consejos os hayan resultado extraños. A primera vista parece que, aunque sea más amplia, es una cocina menos útil, con menos sitio para guardar cosas y menos banco. Pero no es así, la capacidad de almacenaje es la misma y es más accesible, mientras que aunque se ha perdido en torno a una quinta parte de la superficie de trabajo, ésta es más cómoda y útil, ya que la zona de las esquinas era de difícil acceso.

También hay que destacar que se ha ganado luz y amplitud, por lo que la cocina es más agradable. Además, hay más orden y las diferentes zonas están bien jerarquizadas y dimensionadas.

Espero que estos consejos os sirvan de ayuda si tenéis pensado empezar una reforma, aunque a menudo con algunos pequeños cambios se obran milagros otras veces hay que pensar a lo grande y abrirse al comedor.

En cualquier caso, tratad de mirar más allá de los mil rincones en los que podáis poner un armario, a veces menos es más.

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