Muchos de nosotros estamos planeando las vacaciones de este verano. Algunos aún nos falta algo de tiempo para poder disfrutar de ellas, pero algunos ya están a punto de empezarlas. La playa, el campo o la montaña son destinos elegidos por muchos de los que viajan en vacaciones estivales. Yo cuantas más casas de campo veo en Suecia, más ganas tengo de ir allí.
Esta casa, como otras que hemos visto, es una casa no muy grande, del estilo tradicional que corresponde a la zona rural sueca, pero que ha sido totalmente reformada, sobre todo en el interior. Se han tirado tabiques y se han eliminado falsos techos, para conseguir espacios más amplios y abiertos, más claridad y mayor ligereza visual. Y además se han incorporado contrastes en colores alegres muy sorprendentes.
Como Minue nos recordaba el otro día, el turquesa es el color del verano y además uno de los colores favoritos de muchos de nosotros. Es un color excelente para crear contrastes, para refrescar el ambiente, para dar un poco de algría a una estancia... y se puede introducir en el hogar de muchas maneras, con la pintura, con los textiles o con algunos muebles.
En esta casa se ha elegido, para contrastar, otro color que también asociamos con el verano y es el amarillo del sol. Así tenemos representados dos elementos tan básicos en verano como son el agua y el astro rey. Estos dos tonos llenan de vida un espacio que en general está fabricado con cemento, madera clara natural y yeso blanco.
En la planta baja, en vez de varias habitaciones pequeñas, que es lo que solemos encontrar en las casas antiguas, nos encontramos un espacio continuo y abierto. Conectado directamente con el jardín, algo fundamental cuando lo que buscamos es una casa que nos permita disfrutar del medio natural que la rodea, tenemos la sala de estar que también hace las veces de comedor.
Para los días que no sean tan cálidos, que aún en verano hay días en los que refresca, la casa cuenta con una agradable chimenea. Eso permite que además de en verano, la casa se pueda utilizar también en las vacaciones de invierno o para disfrutar en época de frío de un fin de semana de desconexión y relax.
Una de las cosas que más me ha gustado de esta casa ha sido el baño. Cuenta con bañera y también con ducha, dos elementos que se complementan a la perfección y que no son en absoluto incompatibles. La bañera muy romántica, de estilo retro y ubicada junto a una ventana, para que el baño resulte aún más relajante.
La ducha es más funcional, pero no por ello menos bonita, el color turquesa ha llegado a ella y a sus azulejos y contrasta con los tonos neutros a su alrededor al mismo tiempo que refleja la luz y le da mayor intensidad al agua. Yo definitivamente me he enamorado de la casa y si pudiera teletransportarme os aseguro que ya estaría allí, sentada en una de las sillas tipo acapulco de la entrada, hace rato.
Vía | Chictip Más información | Lasc Studio En Decoesfera | Puertas abiertas: una pequeña casa de campo en Suecia
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